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7 de mayo de 2014

¿EXISTIÓ JACK EL DESTRIPADOR REALMENTE?

Una estilizada figura de galera y capa circula por los callejones de la Inglaterra victoriana del siglo XIX. Un cuchillo brilla en la oscuridad segundos antes de hundirse en el vientre de una conocida prostituta de Whithechapel. Los diarios lo llaman Jack el destripador.
Durante 125 años, este es el retrato que circula por el imaginario popular cuando se nombra al más famoso asesino serial de la historia. Pero, ¿y si esto no fuera más que un mito urbano? Después de todo, jamás se supo a ciencia cierta la verdadera identidad de Jack el destripador.
Trevor Marriott, un detective retirado de la división de crímenes de la policía, estudió durante 11 años quién fue Jack el destripador, utilizando las mas modernas técnicas de investigación. Y su conclusión no podría ser más decepcionante.
Según estos resultados, Jack el destripador nunca existió.

Los sospechosos de siempre

Marriott comenzó su investigación en el 2002 como tesis de sus estudios criminalísticos. Durante los siguientes años, escarbó en todos los archivos existentes relacionados con los asesinatos de las cinco mujeres que se le atribuyen a Jack.
Entre la centena de sospechosos que engrosan las carpetas de la época, hay una variopinta galería de personajes, entre los que se encuentran el escritor de Alicia en el país de las maravillas, Lewis Carroll; un indio Sioux conocido como "Alce Negro"; James Maybrick, un comerciante de la época, quien supuestamente dejó un diario con los crímenes; y el preferido de la mayoría, el duque Clarence, nieto de la Reina Victoria.
Sin embargo, el favorito de Marriott fue Carl Feigenbaum, un marinero alemán que estuvo en la zona durante esos años y que fue ejecutado en New York, en 1896, tras haber sido encontrado culpable de degollar a una mujer. Según el ex policía, hay varios otros asesinatos sin resolver de similares características en otros territorios que coinciden con la ruta del marino.
De todas formas, Marriott asegura que el modus operandi de Jack el destripador no coincide con el accionar de Feigenbaum. Sobre todo por la manera en que las víctimas fueron evisceradas, cuya técnica desde siempre le fue atribuida a alguien con conocimientos de medicina o a un carnicero, pero que el investigador llega a sugerir que es improbable que una sola persona pueda retirar los órganos de esa manera en un lapso de tiempo tan corto.

Un best seller de la prensa

Otra de las teorías de Marriott conducen a que el nombre Jack el destripador que figura en una de las cartas enviadas a Scotland Yard fue obra de un periodista de la época llamado Thomas Bulling, en un intento de obtener una primicia sobre el caso, que ya iba ganando notoriedad, y de aumentar el tiraje de los periódicos que estaban vendiendo como nunca.

Fuente:ojocientifico.com